Paulina Prieto Higuera

Directora adjunta de análisis de portafolio de Scotiabank

SÓLO HACE FALTA CREER

¡Ring, Ring! Suena el despertador marcando las 4:00 am, y aquella niña de tan sólo 9 años, con el cabello castaño desenfadado, se levanta de la cama con la misma ilusión que el día anterior, y que desde hace un año cuando inició los entrenamientos para calificar a los Juegos Centroamericanos.
La misma rutina de cualquier día entre semana, se pone el traje de baño, unos pantalones para hacer ejercicio y se abriga con su parka1. Sale a la cocina, desayuna rápidamente un licuado de fruta y avena, se lava la cara y los dientes, toma su maleta con el uniforme del colegio y sale para que la lleven a entrenar.
El primer entrenamiento del día comenzaba a las 5:00 am, de ahí corría al colegio y por las tardes la llevaban al “Club España” a seguir entrenando, en alguna hora libre hacía su tarea en la biblioteca del club y al terminar los entrenamientos se bañaba para regresar a la casa y dormir…


Cuando pienso en compartir un poquito de mi historia, lo primero que me viene a la mente es decir GRACIAS, gracias a mis padres que con todo el amor del mundo me prepararon para enfrentar esta aventura que es la vida. Sin ellos, sin sus enseñanzas, sin su insistencia en la disciplina, sin su apoyo incondicional acompañándome una y otra vez a todas mis actividades y competencias no sería la mujer que soy el día de hoy.


Desde niña, mi ilusión siempre fue ser actriz, quizás porque lo veía algo inalcanzable o a lo mejor por el glamour que significa salir en la televisión, o que te aplaudan en un teatro; fue cuando salí de la preparatoria que me fui a estudiar actuación a Nueva York, ¡quién lo iba a imaginar, estudiando en la ciudad de “Broadway”!

Los sueños siempre se hacen realidad, sólo hace falta que uno se los crea,…


Esa experiencia fue inolvidable, fui muy feliz cumpliendo lo que en ese momento era mi mayor ilusión; sin embargo, al final me di cuenta que aquél era un mundo donde no iba a poder seguir alcanzando el resto de mis sueños.


Soy Economista de profesión y de corazón, es cierto, suena un poco extraño que después de haber creído que con la actuación podría alcanzar mi realización como mujer profesionista, mi vida haya dado un giro de 180° y haya elegido estudiar Economía en el ITAM (y eso sin mencionar que la primera carrera que elegí había sido Actuaría). La verdad es que después de que lo analizo en retrospectiva, el haber estudiado actuación me dio muchas herramientas para desenvolverme de una mejor forma dentro de mi vida profesional, dentro de la cual he tenido la oportunidad de aprender y desarrollar muchas y muy distintas actividades.


Comencé mi vida laboral de analista en un despacho de Economistas, bueno… en un despacho de dos economistas, mi jefe y yo. Era verdaderamente apasionante lo que hacíamos, realizábamos estudios económicos para detectar prácticas desleales de comercio internacional o lo que mejor se conoce como “Dumping”, unas veces para defender a las empresas mexicanas, y en otras para defender a los gobiernos extranjeros, por ejemplo, cuando nos tocó defender al gobierno de Estados Unidos en un panel de la OMC en el caso de la fructuosa vs los azucareros mexicanos.

Algunos años después, participé en “Enciclomedia”, quizás fortuitamente ya que mi familia fue la creadora del proyecto de educación que el presidente Vicente Fox abanderara en su sexenio.


Y que había sido de mi pasión por el deporte,… vale la pena decir que siempre ha estado presente en mi vida, es parte natural de mí y sin la cual me siento incompleta. Aunque no de manera profesional, he practicado varios deportes y disciplinas, quizás los que más resaltaría serían, el Yoga, disciplina que cambio mi forma de vida no sólo de forma física, sino también de manera espiritual; y el triatlón, deporte que me ha permitido volver a aquellos rigurosos entrenamientos con el único objetivo de alcanzar con cada competencia una meta personal más alta. Varios 70.3 Ironman han sido parte de estas metas…


Y mientras tanto, mi vida en el sector financiero comenzó en la Asociación de Bancos de México, en donde coordiné la Comisión de Mercados Financieros. Lo que más recuerdo de aquella experiencia, además de estar rodeada de grandes personalidades del sector, fue la crisis del 2008; fue invaluable todo lo que aprendí trabajando con diferentes áreas de los bancos y autoridades elaborando distintos estudios para evaluar los impactos de la crisis e implementar la regulación prudencial cuyo objetivo fue mitigar todos los riesgos que enfrentaba el sector.


Y de pronto algo inesperado…, poco tiempo después, mi papá falleció de cáncer, curiosamente hace exactamente 9 años (28 de junio de 2009), mientras escribo estas líneas, no cabe duda que en la vida no existen las casualidades, en fin… Cuando te sucede un acontecimiento así, no sé si más cuando eres hija única, la vida te sacude fuertemente y te replanteas muchas cosas, entre ellas te das cuenta que la vida está hecha para que seas plena y feliz y para que puedas cumplir todos tus sueños, sólo es cuestión de que pienses siempre en grande y elijas el camino para alcanzarlos. Mi padre fue el gran ejemplo para mí. ¡¡¡GRACIAS INFINITAS!!!


¿Ahora que seguía?... El Executive MBA de ITAM y el Global MBA de Tulane University, los cuales me enseñaron a tener una perspectiva diferente de la vida, a aprender de otras culturas, a querer ampliar mis horizontes y aprender más. ¡Hay tantas cosas que vivir y aprender!


He sido muy afortunada, siempre he tenido la oportunidad de elegir los proyectos en los que me ha interesado participar, así transité por Banamex en el gran reto de poder atraer a un millón de nuevos clientes en un año (¡wow!, sonaba un tanto imposible, pero nos quedamos muy cerca de la meta). Después de algunos años llegué a la gran empresa en donde trabajo el día de hoy: Scotiabank, y a una de las áreas más apasionantes: Crédito Hipotecario. Nuevamente tenía frente de mi un nuevo reto del cual podría aprender muchísimo, y así ha sido hasta el día de hoy.


Siempre hay que hacer lo que a uno le apasiona y lo hace feliz.


Hacia adelante, me quedan muchos sueños que realizar, por el momento estoy trabajando en un proyecto que me permitirá desarrollarme ahora como empresaria, pero de éste ya les platicaré más adelante una vez que lo logre convertir en realidad.


¡NUNCA dejen de soñar!


Entradas anteriores

La voz Belinda